Antes que cualquier otra cosa, queremos agradecer a Marcelo Perazzolo, editor del boletín Novedades empresarias y profesionales, por incluir el newsletter del Club de Programadores dentro de sus recomendados. Es un orgullo para nosotros y ojalá podamos cumplir con las expectativas que habló Marcelo de nosotros.

En la octava edición del boletín analizamos el caso de eBay, uno de los sitios de mayor éxito en la historia de Internet, en lo que será una fija en cada número. La próxima semana nos sumergiremos en el mundo de Wikipedia, uno de los proyectos más interesantes que surgieron en la red en los últimos tiempos.

Nos despedimos hasta entonces

En esta edición:

• eBay, la tienda on-line que factura millones
  Hoy en día, e-Bay es el sitio de subastas, compra y venta de artículos (desde un CD de música hasta un avión privado) más famoso de internet: 40.000 millones de dólares fue la suma de ventas en el sitio a lo largo del 2004, y la cifra va en aumento.
   
• El país de la Libertad (búsquenme, no me encontrarán)
  Interesante opinión de Ricardo Goldberger sobre fallos polémicos de la Suprema Corte estadounidense, incluido el del caso MGM vs. Grokster, relacionado con el uso indebido del software y los responsables de los delitos informáticos.
   
• Noticias breves
   
• Recordando a Sadosky
  Tras el fallecimiento del científico Manuel Sadosky, el sábado 18 de junio, fueron muchas las personalidades que dedicaron palabras al hombre que cambió la informática en nuestro país. Aquí rescatamos las opiniones de Raúl Alfonsin, ex presidente de la Nación, y Sara Rietti, coordinadora académica de la maestría de Política y Gestión de la Ciencia (UBA).

eBay, la tienda on-line que factura millones

Hoy en día, e-Bay es el sitio de subastas, compra y venta de artículos (desde un CD de música hasta un avión privado) más famoso de internet: 40.000 millones de dólares fue la suma de ventas en el sitio a lo largo del 2004, y la cifra va en aumento.

El sitio nació hace 10 años, cuando Pierre Omidyar (nacido en Francia, de padre iraní y madre francesa) discutió con su novia sobre como hacer para ampliar su colección de unas figuritas que acompañaban a unos caramelos. Allí, Omidyar incluyó en su sitio un pequeño sistema de subastas. Así, más como una afición que como un negocio, comenzó eBay, que para 1996, por el rápido éxito que tenía, obligó a su mentor a dedicarse exclusivamente a él.

Según expertos, este sitio marcó y está marcando una nueva tendencia respecto a compras. La comodidad y seguridad que le ofrece a los usuarios son un aliciente más que suficiente para que miles de personas concurran a eBay para encontrar eso que estaban buscando, por más extraño que parezca. Desde un avión privado, comprado a 7.5 millones de dólares, un contrato que firmó Elvis Presley con una compañía de desinfección a tan solo 811 dólares, o los más clásicos: CD de música (se vende uno cada siete segundos), muñecas Barbie recicladas (un clásico de eBay), etc.

Sin embargo, este negocio, si bien facilita miles de transacciones diarias en todo el mundo, también trae varios dolores de cabeza. Una madre estadounidense que intentó subastar a su bebé y una joven británica que vendió su sexualidad a 12 mil euros, ambas por medio del magnate de subastas en Internet, son algunos de los casos. Más acá en el tiempo, el músico Bob Geldof boicoteó al sitio por revender entradas para su recital en el Live8, que se llevó a cabo el pasado sábado 2 de julio.

Un negocio que mueve millones, iniciado por un hombre que, según el mismo reconoce, no tiene perspectiva de negocios y menos de visión tecnológica. Pese a esto, generó un negocio que mueve 40 mil millones de dólares anuales en los más diversos artículos: consolas de videojuegos, celulares, electrodomésticos, artículos de colección, vehículos e inmuebles forman parte del stock del sitio

Fuente: NoticiasDot.com, eBay.com y el libro "The Perfect Store: Inside eBay", de Adam Cohen

El país de la Libertad (búsquenme, no me encontrarán)

Yo sé positivamente que aquellos que sienten una pasión y un fanatismo desmedido por la política y la civilización del gran país del norte me van a acusar de zurdo. Cuando no de terrorista (no sería la primera vez que lo hacen), pero después de lo que hizo la Suprema Corte de Injusticia de los Estados juntos (eso de que ellos son el gran país de la libertad y de las garantías constitucionales me huele cada vez más a estrategia de marketing que a realidad comprobable, y no quisiera pensar en aquellas empresas cuyas sucursales, seccionales o filiales obedecen a la política de la central yankee) en dos fallos memorables (porque no hay que olvidarlos), la Corte Suprema de Allá dijo que usar software o sistemas P2P y resguardar el secreto profesional son delitos que te hacen merecedor de la gayola. Vamos a desarrollar un poco...

El primer fallo (del caso MGM vs Grokster) según el cual, si un software te permite cometer un delito, este (y quien lo desarrolla, vende, alquila o te deja usarlo) es tan criminal como el que lo comete. O sea, que si a vos se te ocurre un sistema de intercambio de información privada entre tus amigos o entre tus compañeros de trabajo y alguien lo usa para intercambiar libros protegidos por copyright, vos también vas en cana. Parafraseando a una amiga en algo que hoy salió en el diario, es como que metas en cafúa a Henry Ford porque alguien usó un auto para matar a alguien.

El otro fallo, me parece, es más grave aún. Te cuento la historia: en el 2003 Matthew Cooper, de la revista Time, y Judith Miller, del New York Times, descubrieron la identidad de agente de la CIA Valerie Plame, esposa de un ex embajador, Joseph Wilson. Se supone que un alto funcionario de la Casa Blanca filtró la información para, según Wilson, perjudicarlo por haber criticado en el New York Times al gobierno de Bush por la guerra de Irak. Los periodistas se negaron sistemáticamente, de jurado en jurado, a revelar su fuente de información. Finalmente, la Corte Suprema rechazó una apelación, por lo cual, los periodistas podrían ser encanados por un año y medio. En la terrorífica (perdón por la analogía) sentencia, la Corte sostuvo que "en épocas de guerra al terrorismo el gobierno tiene el derecho de hacer caer las barreras del secreto profesional".

En este país ya hemos vivido las épocas en las que alguien podía decir que vos eras terrorista porque no pensabas como él y en el mejor de los casos, ir en cana legal, y en el peor, ya sabes qué pasó. ¿Qué sucedería si yo supiera algo que otros no saben de, por ejemplo, la fusión entre Veritas y Symantec, y lo publicara? Alguien puede querer saber cómo me enteré y recurrir a algún tipo de fuerza para sacarme esa información. ¿Y qué puede pasar si una empresa, filial de una multinacional yankee, se le ocurre que una nota mía es crítica para su negocio y, por lo tanto, en virtud de no sé qué acta patriótica, es antinorteamericana?

De ahí a ser acusado de terrorista hay un paso muy pequeño, y vos sabes que es fácil pensar muy bush-mente, que quien no está conmigo está contra mí. Y eso significa que puedo hacerle lo que quiero y lo que quiero a él (a mí) no le (me) va a gustar. Pero nadie va a poder impedirlo. ¿Exagero? Es posible. A veces hace falta exagerar para que el concepto se entienda y a veces sólo hace falta tiempo para descubrir que la exageración no era tal. Pero una sola cosa voy a pedir y lo voy a hacer públicamente: nunca más, nadie, por ningún motivo que fuese, me diga que los Estados Unidos son ejemplo de nada o que el capitalismo yankee es el mejor de mundo y que el “american way of life” es el sueño dorado. Por favor.

Fuente: T-Knos

Breves...

Recordando a Sadosky

Tras el fallecimiento del científico Manuel Sadosky, el sábado 18 de junio, fueron muchas las personalidades que dedicaron palabras al hombre que introdujo la informática en nuestro país. Aquí rescatamos las opiniones de Raúl Alfonsin, ex presidente de la Nación, y Sara Rietti, coordinadora académica de la maestría de Política y Gestión de la Ciencia (UBA).

Y eso lo decía nada menos que el padre de Clementina, la primera "compu", (como dicen mis nietos), que hubo en el país. Estaba contra todos los fundamentalismos, incluido el digital. Pero no ocultaba su afecto por Clementina, que soportó todo: tazas de café olvidadas o de mate cocido volcado en el fragor de un diálogo.

Con lápiz, sin lápiz, con computadoras repartidas en los más remotos lugares donde se usan velas para "la luz de cada día", don Manuel se ponía triste al hablar de la educación en todas partes, pero la nuestra le dolía mucho más; sobre todo, el alejamiento de los niños de los libros.

Don Manuel fue uno de los mejores hombres que conocí en mi vida. Tal vez, hablando con precisión matemática, el mejor.

Por Raúl Alfonsin, para Clarín (Ver artículo completo)

Nada mejor que sus palabras y sus actos para saber por qué lo admiramos y queremos, por qué seguiremos apostando a que se multiplique en muchos jóvenes el mandato que recibimos los que tuvimos el privilegio de aprender y trabajar a su lado.

Por Sara Rietti, para Clarín (Ver artículo completo)